Primeramente,
debemos estudiar el momento exacto del nacimiento. El día y la hora son
muy importantes porque, por ejemplo, no es lo mismo nacer de día que de noche.
El Sol es el eje de la vida sobre la Tierra. Por lo tanto, todo lo que nace
cuando la luz del Sol ilumina la Tierra se verá más favorecido que aquello que
nace de noche, cuando el Sol ya no brilla sobre la Tierra.
Esto quiere decir
que las personas que nacen de día, nacieron para brillar, para tener mayores
oportunidades que aquéllas que nacen de noche. Las personas que nacen de noche
tienen más dificultades para alcanzar sus metas y objetivos.
Cuando nacemos, llegamos al mundo en un día y una hora
determinados. En ese preciso momento, el Sol, la Luna, los planetas, las
estrellas y demás astros ocupan un lugar específico en el universo, de modo tal
que forman un mapa: nuestro mapa astral, único e irrepetible, como lo son
nuestras huellas digitales. Cuando levantamos una carta astral (hacemos la
lectura de la carta) podemos saber cuál es nuestro destino y cómo podemos
mejorarlo.
Porque los astros influyen de manera diferente en las personas.
Cada uno de nosotros posee dones y habilidades, diferentes estilos de
vida, diferente ‘suerte’ en la vida y enfrenta diferentes obstáculos. De ese
mapa, conocido como Carta Astral, dependerá que caminemos o no por el sendero
del éxito.
Para cualquier
consulta llámanos a Tarot Sophie: 806 51 62 47.
Sophie.
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