Queridos
amigos en materia de agresiones, se destacan dos clases básicamente:
La agresividad abierta y
La agresividad encubierta.
En
el primer caso (agresividad abierta), el comportamiento agresor-a se da de
manera directa y palpable: es evidente a todas luces.
En
el segundo caso (agresividad encubierta), el comportamiento agresor-a se da de
una manera más sutil, oculta o, en otras palabras, camuflada y engañosa; es
decir, conlleva un importante grado de manipulación.
La
diferencia esencial entre una y otra, radica en la forma como se manifiestan
las verdaderas intenciones de la persona causante del acto agresor-a.
Enseguida te muestro cinco de las señales que te permiten identificar la
agresividad encubierta.
1.
La mentira del que miente: cuando la verdad “le queda grande”
2.
La culpabilidad: ser “víctima” de sí mismo, eso no faya…
3.
Avergonzar: utilizar el poder para minimizar a otros…
4.
Seducir: la falsedad de “jugar” con el ego propio y el ego ajeno, también llamado
ir a la conquista a diestro y siniestro…
5.
La ausencia: cuando estando, no está, llamada también, la indiferencia dura y
pura….
Este
tipo de conductas entra dentro del marco de los malos tratos, porque no suelen
acabar bien, tanto el que la ejerce, como el que la soporta, solo es cuestión de
tiempo……
Para
cualquier duda sobre el tema, puedes llamarme a;
Tarot
Sophie; 806 51 62 47.
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