Queridos
amigos las cosas sencillas, amables y discretas forman día a día la orilla de
nuestra vida, ahí donde yacer en los días de tormenta, el fluir de las energías
y donde todas nuestras alegrías cobran sentido.
Ser
feliz es cerrar los ojos y no desear nada más, y para ello, basta con que
dejemos de medir la felicidad por el dinero que tenemos o dejamos de tener:
sino por aquellas cosas sencillas que no cambiaríamos ni por todo el dinero del
mundo.
Respirad,
amad, sé felices, disfrutad de las cosas sencillas de la vida… Esto es lo único
urgente, lo demás, aunque no lo creáis es secundario.
No
dudéis en practicar esta sencillez de pensamiento y emociones en vuestro día a
día, porque cuando encontramos al final esa felicidad interna, ésta durará para
siempre porque estará conectada a nuestro ser verdadero.
¡Queridos
amigos muy feliz domingo¡
Sophie.
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