MUJER
Que lo
eres los 365 días, aunque haya quienes sólo lo recuerden un día al año. Y
porque se lo recuerdan. Como si la condición de ser mujer la marcara el
calendario, la publicidad que la ensalza o los mensajes uniformes que se
propagan por whatsapp. Que no son pocos, pero que son siempre los mismos.
O parecidos.
Que
te llamaron sexo débil, y que te hicieron creer que lo eras. Y que hasta te lo
creíste. Que te dijeron por activa y por pasiva que llorar es sólo cosa de
mujeres, y que es signo de debilidad. Qué lloras por todo y de todo, qué lloras
sin motivo. Que te ahogas en tu llanto. Que tus lágrimas esconden sentimientos,
secretos y apegos. Que te escudas tras tu propio llanto, tras tu propio muro.
Que
te dijeron que las cosas, al igual que la vida, pueden ser muy difíciles.
Demasiado complicadas. Pero que es así, y punto. Que es cuestión de suerte, la
que cada uno tiene, la que cada uno se merece. Que quizá no consigas todo lo
que te propongas, y que a veces hasta no valdrá la pena intentarlo. ¿Para
qué?
Que
te dijeron que ir sola, a determinados sitios, a determinas horas, no siempre
es una opción. Y que hay compañías que es mejor evitar. Que vestir de
determinada forma, pensar de determinada manera o actuar de otra forma no es la
mejor decisión que puedas tomar. Ni la más adecuada, ni la más habitual. ¿Quién
dijo que te querían amoldar?
Que
aunque te dijeron que hay sueños inalcanzables, decidiste no hacer caso. Ni
claudicar ante aquellos que te aconsejaron que la mejor salida fuera
conformarse.
Con poco, con lo justo, y hasta dar las gracias. Que para qué más. Que
te armaste de valor y paciencia, para soñar con más, con algo distinto, con
algo mejor. Que nada de ceder y quedar siempre por detrás. Por detrás de tus
sueños, por detrás de tus deseos, por detrás de lo que quieres.
Que aprendiste
a valerte por ti misma y a encontrar tu propio hueco. A hacértelo. A
crearte y recrearte. A componer tus propias notas y reescribir tu pentagrama. A
no esperar que nadie te baje la luna ni cuente por ti las estrellas, porque sabías
que podías hacerlo por tu cuenta. Y lo hiciste.
Que
sabes sacar las fuerzas de donde sea, cuando parece que te han abandonado y que
no tienes motivos para seguir. Por saber encontrar siempre algún motivo, y a
veces más de uno. Por saber animarte y animar a quien lo necesite. Que
sabes dar todo lo que tienes, todo lo que puedes ser, y ser siempre mucho más.
Siempre.
Que aprendiste
a decir que no. A base de intentos fallidos, a base de malas experiencias,
a base de muchos sinsabores que sorteaste por el camino. Y sinsentidos. Al principio
por fuerza mayor, hasta que te plantaste. Y aprendiste. A darte valor, de
una vez por todas. En toda su complejidad, en toda tú esencia, en cada
situación. Aprendiste a darte y a sumar, a no dejar de crecer.
Que
eres valiente, aunque digan que es cosa de hombres. Que eres inteligente, fuerte
y muy capaz. De todo. Si te lo propones. Que cuando quieres, pocas cosas
se te resisten y los días se vuelven más bellos. Tus días. Porque cuando
quieres, tú les das forma. La que quieres. Y color. Los pintas de arriba abajo,
contagiando a todo el que lo comparta contigo, compartiendo ilusión.
Que
vales igual que el hombre. No se te olvide. Ni más ni menos. Que no se te
olvide y que nadie te diga lo contrario. Ni tú misma. Que igual que no se juzga
a un pez por su capacidad de volar, a la mujer y al hombre no se les debe de
tratar sino como seres humanos, no como cosas. Que los príncipes azules sólo
están en los cuentos. Que algunos cuentos no merecen ni ser contados.
Que
mereces respeto, empezando por el tuyo propio. Que la confianza de los
demás y en los demás se gana, pero teniendo la tuya intacta. Sin perderla y
mucho menos pisotearla.
Que aprendiste
a creer en ti. A apostar por ti. Siempre. A pesar de lo que pudiera
pasar y de las veces que pudiste meter la pata. A aprender de cada una de esas
ocasiones.
Que
hoy andas con la cabeza bien alta. Que aprendiste, de ti y de los demás.
Que sabes que aún te queda mucho camino por recorrer, pero que sabes que valdrá
la pena, que lo harás lo mejor posible. Por ser tú.
A
ti mujer,
Hoy
y cada día.
Para cualquier duda llámame a mi
consulta en;
Tarot Sophie 806 51 62 47
No hay comentarios:
Publicar un comentario